La última gala de Gran Hermano volvió a poner al reality en el centro de la controversia, esta vez por una fuerte acusación que circuló horas antes de conocerse el resultado de la votación.
Aunque el público decidió que Lucía debía abandonar la casa, lo que generó una gran sorpresa no fue solo su salida, sino el contexto en el que ocurrió.
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La eliminación que encendió la polémica
El lunes 19 de mayo, la placa quedó reducida a un mano a mano decisivo entre Lucía y Juan Pablo.
El anuncio oficial marcó un resultado cerrado: ella quedó eliminada con el 53,4% de los votos, mientras que él logró mantenerse en juego con el 46,6%.
Sin embargo, lo que debía ser una gala más, se convirtió en una noche marcada por el escándalo y la desconfianza de una parte del público.
Las redes sociales comenzaron a explotar apenas minutos antes de que se revelara el voto del público.
El motivo: un mensaje que publicó la periodista Ana Laura Román, donde advertía que ya estaba decidido que Lucía saldría del juego y que se había protegido especialmente a Juan Pablo durante la semana.
Según su publicación, esa decisión respondía a motivos publicitarios vinculados al programa y a su imagen con ciertas marcas.
La denuncia que agitó las redes
La frase que más revuelo generó fue una declaración directa que Ana Laura lanzó horas después de su primer mensaje: “Había orden a la producción durante la semana de cuidar al bobo de Juan Pablo”.
Esto provocó una catarata de reacciones. Los seguidores del tridente, grupo al que pertenecía Lucía, no tardaron en manifestar su enojo.
Muchos comenzaron a hablar de una supuesta manipulación detrás de cámaras, alegando que la producción habría influido para favorecer al participante por conveniencia comercial.
Los comentarios no se hicieron esperar. Usuarios de todas las plataformas replicaron las palabras de la periodista, hablaron de “favoritismos” y pusieron en duda la transparencia del programa, una vez más.
Un resultado que divide al público
Mientras algunos celebran la permanencia de Juan Pablo como un logro merecido, otros desconfían del proceso y exigen respuestas.
Las especulaciones siguen creciendo y el tema ya se instaló con fuerza en la conversación digital.
Con la eliminación de Lucía, solo quedan nueve jugadores en competencia, pero el foco parece estar más en lo que ocurre detrás de cámara que dentro de la casa.
El juego continúa, pero la polémica también.
