El mundo del espectáculo y el fútbol se cruzaron inesperadamente cuando Fátima Florez, conocida humorista argentina, comenzó a compartir en sus redes sociales fotos de Lionel Scaloni, el entrenador de la Selección argentina.
Lo que parecía ser un simple gesto de admiración terminó generando un malestar en el entorno más cercano del DT, especialmente en su esposa, Elisa Montero.
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La polémica que encendió las redes
Todo comenzó a fines de junio, cuando Fátima Florez empezó a publicar imágenes de Scaloni en sus estados de WhatsApp, lo que no pasó desapercibido para sus seguidores y rápidamente se viralizó.
A medida que las publicaciones ganaban notoriedad, surgieron rumores sobre una posible obsesión de la humorista con el entrenador, lo que generó un revuelo en las redes sociales.
Para aclarar la situación, Fátima grabó un video en el que, fiel a su estilo, desmintió cualquier tipo de relación con Scaloni, explicando que solo sentía admiración por su figura como director técnico.
En el video, la comediante utilizó su talento para la imitación y se puso en la piel de Susana Giménez, negando rotundamente cualquier implicancia romántica.
Sin embargo, lo que parecía un tema resuelto tomó un giro inesperado cuando Marcela Tauro, panelista del programa «Intrusos», reveló que la situación había llegado a oídos de Elisa Montero, esposa de Scaloni, quien no habría tomado con humor las publicaciones de Fátima.
Según la información compartida por Tauro, Montero decidió enviar un mensaje directo a la humorista para pedirle que dejara de lado lo que ella consideraba una actitud inapropiada.
La respuesta de Fátima y la controversia
El mensaje de Montero, según Tauro, fue contundente: «Sos grande para hacerte la bebota», una clara advertencia a Fátima para que dejara de publicar fotos de su esposo en redes sociales.
Esta revelación sorprendió a muchos, ya que mostró el impacto que las redes sociales y las acciones en el mundo virtual pueden tener en la vida personal de las figuras públicas.
Fátima, por su parte, intentó restarle importancia al asunto con su característico humor. En el video en el que imitó a Susana Giménez, bromeó sobre la situación, incluso aludiendo al atractivo de Scaloni, pero siempre aclarando que no había intenciones más allá de la admiración profesional.
Este cruce entre el espectáculo y el deporte dejó en evidencia cómo las interpretaciones en redes pueden escalar rápidamente y generar tensiones inesperadas.
A pesar de la controversia, Fátima Florez mantuvo su postura, mientras que la advertencia de Elisa Montero recordó que, detrás de las figuras públicas, también hay vidas privadas que merecen ser respetadas.
