Aunque no fue el lugar donde se llevó a cabo la primera ceremonia religiosa en la región más fría del planeta, este recinto es el templo católico de mayor antigüedad.
Al explorar las instalaciones de la extensa base Esperanza, administrada por Argentina desde el 17 de diciembre de 1952, se puede apreciar la construcción original de la primera iglesia en la Antártida.
Este diminuto lugar de culto, denominado «capilla San Francisco de Asís», se erige en el extremo septentrional de la península antártica desde hace casi medio siglo y sigue asombrando a quienes lo contemplan por primera vez.
En la actualidad, forma parte del reducido conjunto de templos católicos presentes en la Antártida y conserva valiosos objetos religiosos, obsequiados como donativos por el papa Francisco en los últimos diez años.
¿Cuándo se inauguró el primer templo en la Antártida?
La primera ceremonia religiosa en la Antártida tuvo lugar el 20 de febrero de 1946 y fue organizada por el sacerdote jesuita Felipe Lérida, en un antiguo observatorio en las Islas Orcadas del Sur. Sin embargo, durante las tres décadas siguientes, el continente permaneció sin templos católicos en su territorio.
Por ello, el reconocimiento como primera iglesia en la Antártida recae en la pintoresca capilla San Francisco de Asís, que abrió sus puertas el 18 de febrero de 1976. En aquel momento, su líder espiritual fue el sacerdote jesuita Buenaventura De Filippis, originario de Italia y con una larga estancia en la base Esperanza de Argentina.Curiosamente, esta capilla también fue escenario del primer matrimonio religioso en la Antártida dos años después de su inauguración.
¿Cuál es la historia del campanario de la capilla San Francisco de Asís en la Antártida?
A pesar de que la estructura original de la primera iglesia en la Antártida ha permanecido prácticamente inalterada durante los últimos 48 años, la reciente adición de su campanario ha representado el cambio más significativo.El campanario, erigido en honor al papa Francisco un año después del inicio de su pontificado, presenta los mismos colores que el templo y es notablemente más alto.
Otro dato llamativo sobre la torre de la capilla San Francisco de Asís en la Antártida es que, tras su instalación en marzo de 2014, fue reconocida como el campanario más austral del mundo