El reciente hallazgo del Titanomachya gimenezi, un titanosaurio de menor tamaño en comparación con otros descubiertos en la región patagónica, representa un hito significativo para la paleontología argentina.
Este nuevo espécimen prehistórico ha generado un notable interés en la comunidad científica y en esta exposición detallaremos sus características.
Argentina, especialmente la Patagonia, es un territorio rico en vestigios fósiles que atrae a paleontólogos de todo el mundo.
Tras una ardua labor de varios meses en una zona específica, un equipo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) logró descubrir al Titanomachya gimenezi.
Los titanosaurios, pertenecientes a la familia de los saurópodos, evolucionaron a lo largo de los tres períodos del Mesozoico (Triásico, Jurásico y Cretácico), abarcando un lapso de tiempo que se extiende desde hace 250 hasta 66 millones de años.
Estos imponentes dinosaurios se caracterizan por ser herbívoros y poseer un cuello largo, una característica distintiva compartida por el Titanomachya gimenezi.
Se estima que este ejemplar tenía un peso de aproximadamente 7 toneladas, equivalente a la masa de 7 automóviles promedio, y habitó en el final del periodo Cretácico, hace unos 66 millones de años.
En comparación con el Patagotitan mayorum, el Titanomachya gimenezi pesaba diez veces menos.
El descubrimiento tuvo lugar en la formación La Colonia, en Chubut, como parte de un proyecto financiado por National Geographic.
Este titanosaurio es el segundo de su familia encontrado en esa región chubutense, lo que brinda valiosa información sobre las poblaciones de saurópodos de la época y la diversidad de ecosistemas existentes en aquel momento.
La formación La Colonia también ha revelado restos fósiles de dinosaurios carnívoros, tortugas y otros reptiles, enriqueciendo aún más el conocimiento paleontológico de la región.
Hasta el momento, los restos descubiertos incluyen extremidades anteriores y posteriores, fragmentos de costillas y una vértebra, cuyo cuidado y transporte requirió la colaboración de un equipo de diez personas.
El nombre Titanomachya gimenezi no es arbitrario, ya que cada término tiene un significado especial: «Titanomachya» hace referencia a una batalla de la mitología griega entre los dioses olímpicos y los titanes, en la que estos últimos fueron derrotados, mientras que «gimenezi» es un homenaje a una figura relevante.
Este titanosaurio habitó un entorno durante el periodo Cretácico caracterizado por una diversa flora, que incluía palmeras, plantas acuáticas florecientes y coníferas de diversos tamaños.
Estos ambientes se desarrollaban principalmente en estuarios o albuferas, entornos acuáticos específicos que brindaban un hábitat propicio para la vida de estas majestuosas criaturas prehistóricas.
