Si buscas una receta sabrosa, ligera y perfecta para disfrutar durante el verano, te traemos una alternativa deliciosa y saludable: un matambre de pollo, ideal para preparar unos sándwiches refrescantes.
Aunque la temporada festiva haya pasado, no hay razón para dejar de lado recetas especiales, sobre todo cuando puedes darle un giro a las opciones clásicas.
Este platillo no solo es sabroso, sino que también se adapta a cualquier ocasión, ya sea un picnic en la playa, un día de pileta, o una comida rápida y casera antes de salir al trabajo.
El matambre de pollo es perfecto para quienes buscan opciones bajas en calorías sin sacrificar el sabor. Esta receta te permite disfrutar de un plato completo con ingredientes simples y frescos.
La combinación de pollo, verduras, queso y panceta lo convierte en un bocadillo excelente para armar sándwiches, y lo mejor es que puedes hacerlo con anticipación, guardándolo en la heladera hasta el momento de servir.
Ingredientes:
- 1 pechuga de pollo
- 2 cucharadas de mostaza
- 2 dientes de ajo
- Un puñado de perejil fresco
- 1 zanahoria
- 1 pimiento rojo
- Queso (puede ser rallado o en fetas)
- Panceta en lonjas
Preparación:
Para comenzar, lo primero que debes hacer es preparar la pechuga de pollo. Colócala sobre una superficie plana y, con un cuchillo bien afilado, corta la carne en láminas finas.
Esto te permitirá crear una capa delgada que, una vez preparada, se podrá enrolar fácilmente. Para asegurarte de que el grosor sea uniforme, coloca la pechuga entre dos trozos de film transparente o papel manteca y, con un mazo de cocina, golpea suavemente la carne.
Este paso ayudará a que la pieza quede parejamente extendida.
A continuación, coloca la pechuga de pollo ya fileteada sobre un par de separadores para congelador, que te permitirá mantener la carne en su lugar mientras la trabajas.
Sobre esta capa, una buena cantidad de mostaza, esparciéndola por toda la superficie para darle un toque sabroso y picante. Luego, pica finamente los dientes de ajo y el perejil fresco, y agrégalo sobre la mostaza, cubriendo de manera uniforme.
El ajo aportará un sabor delicioso, mientras que el perejil fresco le dará un toque herbáceo muy refrescante.
Una vez que tengas la lista base, es hora de agregar los ingredientes que le darán la textura y el sabor a tu matambre. Pela la zanahoria y córtala en tiras finas, al igual que el pimiento rojo, creando bastones pequeños.
Coloca estas verduras crudas sobre el pollo, asegurándote de que queden distribuidas de manera uniforme. No olvides agregar una generosa cantidad de queso rallado o en láminas finas, para que se derrita durante la cocción y aporte cremosidad.
El siguiente paso es envolver cuidadosamente la pechuga, formando un cilindro compacto, de manera similar a como lo harías con un matambre tradicional.
Para ello, utilice film transparente y ve enrollando la carne, asegurándote de que los extremos queden bien sellados para que no se escape el relleno mientras se cocina. En este punto, puedes agregar las lonjas de panceta sobre la superficie del rollo, dándole un toque crujiente y sabroso.
Con el matambre de pollo ya formado, es hora de cocinarlo. Puedes hacerlo en una freidora de aire, lo que resultará en una cocción rápida y saludable, o si no cuentas con una, también puedes optar por el horno convencional.
Cocina el matambre hasta que esté bien dorado por fuera, asegurándote de que la carne se haya cocinado completamente en su interior.
Para obtener los mejores resultados, te recomiendo envolver el matambre en film transparente y dejarlo reposar en la heladera durante toda la noche.
Esto permitirá que los sabores se integren y que el matambre adquiera una consistencia perfecta para cortar en rebanadas finas al día siguiente. Puedes utilizar estas rebanadas para preparar deliciosos sándwiches, ideales para un almuerzo rápido, una merienda o como parte de una comida ligera y saludable.
En resumen, este matambre de pollo es una receta fácil, nutritiva y deliciosa que no solo es perfecta para el verano, sino que también es una excelente opción para tener a mano en todo momento.
Puedes jugar con los ingredientes, como el tipo de queso o añadir otros vegetales, adaptándolo a tus gustos.
Además, al prepararlo con anticipación, ahorrarás tiempo y disfrutarás de una comida saludable en cualquier momento. ¡No dudes en probarlo y sorprender a tu familia!
