Este ser vivo notable, que en tiempos pretéritos poblaba una multitud de lagos dentro del territorio nacional y resalta por sus enormes extremidades. La relación de criaturas en situación crítica de desaparición nos subraya que, si no se adoptan las medidas pertinentes, hay especies de nuestra biosfera, como el ajolote, que se extinguirán muy pronto.
Este anfibio, que sobresale en el medio acuático por su testa ancha y sus descomunales extremidades, es originario de México. En épocas anteriores, habitaba en diversos cuerpos de agua próximos al Distrito Federal.
No obstante, debido a una serie de eventos naturales, ligados al incorrecto proceder de los seres humanos, los escasos ejemplares de ajolote que subsisten se encuentran en áreas protegidas o en un reducido canal de la urbe.
¿Cuál es el hábitat del ajolote? Gracias a registros realizados hace lustros, es factible mencionar que el hábitat natural del ajolote comprendía la mayoría de los cuerpos de agua que se dispersan en el Valle de México, tales como:
- Las acequias de Xochimilco.
- El lago Texcoco.
- El lago Chalco. No obstante, en la actualidad, los pocos ejemplares que persisten en libertad permanecen en las acequias de Xochimilco, situadas al sureste de la Ciudad de México.
¿Qué particularidades de este animal asombran a los científicos? Antes de comprender por qué el ajolote está en riesgo de extinguirse, es crucial mencionar algunas de las características más notables de esta criatura, que está al borde de la desaparición:
- Su denominación científica es «Ambystoma mexicanum».
- Es objeto de estudio desde 1798, cuando los británicos George Kearsley Shaw y Frederick Polydore Nodder lo registraron oficialmente.
- Puede alcanzar hasta 35 centímetros de longitud.
- Presenta tres pares de branquias externas y una aleta caudal.
- Se alimenta por medio de succión.
- Posee la facultad de regenerar extremidades perdidas en escasos meses.
¿Por qué el ajolote está en peligro crítico de extinción? El ajolote lleva cerca de una década en la categoría «peligro crítico de extinción» según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por consiguiente, es probable que la especie no se recupere inmediatamente.
Es decir, aunque México ha promovido innumerables iniciativas para garantizar la subsistencia de este anfibio e incrementar el número de ejemplares en las poblaciones, todavía queda mucho por hacer. El mayor desafío radica en corregir las problemáticas que provocaron su desplazamiento hasta el umbral de la extinción. Estas son:
- La degradación del hábitat.
- La introducción de peces exóticos en sus acequias y lagos.
- La explotación excesiva.
- La contaminación.
- El consumo como alimento en exceso
