Carlos Monti asegura que la participante «no se encuentra en un estado adecuado» y propone una evaluación de su permanencia en el programa de televisión.
Las reacciones de Juliana Furia Scaglione, la concursante más polémica de esta edición de Gran Hermano, han generado inquietud y alerta. Un comunicador detalló por qué le inquieta la participación de la concursante en la casa. «Es inadmisible que esté constantemente gritando…».
«La única manera en que Furia salga es si ella flaquea o comete un error», reflexionó una de las integrantes del panel en el primer episodio de Intrusos en la Red sobre el comportamiento de Juliana. «Hay un asunto. No tomen a mal lo que voy a decir, con todo respeto…», captó la atención de sus compañeros Carlos Monti, quien lidera el programa.
«El confinamiento está claramente causando daños mentales en Furia. No es normal que esté gritando todo el tiempo por cualquier cosa insignificante», resaltó el periodista sobre el comportamiento que presenta Furia dentro de la casa tras tres meses de aislamiento.
«No soy un experto en salud mental pero no está en un buen estado», recalcó Monti. Más adelante, de manera directa, la describió como una paciente de psiquiatría durante su programa televisivo. Resultará intrigante observar la respuesta de la familia de Juliana ante estas afirmaciones de Monti.
En las últimas horas, surgió un nuevo desacuerdo entre Juliana y Lisandro Licha Navarro relacionado con la comida. Furia elige no compartir las comidas con los demás porque «no le resulta divertido escuchar comentarios o conversaciones sobre temas que no le interesan».
Además, le molesta que siempre sea Licha quien se encargue de preparar las comidas, tanto para el almuerzo como para la cena. «Ella también se queja, pero ¿qué hace para cocinar? No cocina, ¿Y entonces…?
