El prestigioso actor argentino Ricardo Darín, uno de los más influyentes en la escena cinematográfica, fue galardonado este lunes con un Premio Sur por su destacada trayectoria.
En la ceremonia, que tuvo lugar en el Teatro Politeama, Darín no solo agradeció el reconocimiento, sino que también aprovechó la ocasión para expresar su preocupación por el estado actual de la cultura y la industria audiovisual en Argentina.
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Un discurso con impacto
En su discurso, Darín no se limitó a los agradecimientos formales. Tras reconocer el trabajo de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina y de todos los profesionales del sector, el actor decidió sacar un papel con unas palabras cuidadosamente preparadas.
«Pensé en aprovechar la oportunidad para reflexionar sobre unos temas», comenzó diciendo.
«Nuestra actividad y la cultura en general están atravesando un momento de crisis, que, yo sé, el tiempo se va a encargar de corregir. El tiempo y nosotros, eso espero», agregó con un tono serio.
El actor, conocido por su participación en filmes icónicos como El secreto de sus ojos, no dudó en criticar ciertas posturas del Gobierno.
«De la mano de cierto desdén hacia nuestro trabajo, anda flotando la idea descabellada de que la cultura general no merece ni necesita incentivos y aportes estructurales», expresó con firmeza.
Esta frase resonó entre los presentes, quienes comprendieron la gravedad de sus palabras en un contexto donde la industria audiovisual enfrenta desafíos crecientes debido al desfinanciamiento y la falta de apoyo estatal.
El valor del cine argentino
Darín también destacó el impacto que tiene la industria cinematográfica en la economía y en la imagen del país a nivel internacional.
«Es raro, porque nuestra gente se ganó la admiración del mundo entero a fuerza de talento», subrayó.
Este reconocimiento global, según el actor, es un testimonio del «valor agregado» que el cine argentino ofrece, atrayendo producciones de todas partes del mundo a nuestras tierras.
El actor hizo hincapié en que el cine argentino no solo es una fuente de empleo para miles de personas, sino también un generador de divisas, algo crucial en el contexto económico actual del país.
«El arte es uno de los grandes aportes a nuestra economía y como toda actividad económica necesita inversión», afirmó.
En este sentido, Darín subrayó la necesidad de una gestión más eficiente y transparente para seguir potenciando la calidad y el alcance del cine nacional.
Finalmente, Darín concluyó su discurso con un llamado a la acción: «Es una gran oportunidad, no la dejemos pasar. Tal vez sea la última.
Menos cultura, menos arte, menos cine, menos educación, no es una buena ecuación a futuro. Eso ya lo vimos». Sus palabras, cargadas de verdad y urgencia, recibieron una ovación de todos los presentes, dejando en claro que su mensaje había llegado fuerte y claro.
Este discurso de Ricardo Darín, lejos de ser solo un agradecimiento por un reconocimiento merecido, se convirtió en un potente alegato en defensa de la cultura y del cine argentino, poniendo en evidencia la necesidad de cuidar y fortalecer uno de los pilares fundamentales de nuestra identidad nacional.