La emoción envolvió el estadio de River Plate en una tarde que quedará en la memoria de muchos.
Martín Demichelis, tras un año de altibajos con el equipo, dirigió su último partido como técnico del Millonario.
Te recomendamos: Las mejores fotos de Leandro Paredes en el canal de streaming Olga
A pesar de haber llevado al equipo a conquistar tres títulos, la salida de Demichelis fue inevitable debido a los recientes resultados y el estilo de juego que no convenció a la dirigencia.
Un adiós emotivo
La noticia de la salida de Demichelis se confirmó rápidamente, y el partido del domingo se convirtió en una despedida emocional.
Martín, visiblemente conmovido, salió al campo con una camiseta especial de River bajo su saco. Las cámaras capturaron a su esposa, Evangelina Anderson, y a su hijo Bastian en la tribuna, ambos con lágrimas en los ojos.
La escena reflejaba el dolor y la tristeza de una familia profundamente vinculada al club.
Para Evangelina, la emoción del momento era doble. La familia había dejado atrás una vida cómoda en Alemania para regresar a Argentina, permitiendo a Martín cumplir su sueño de dirigir al equipo donde comenzó su carrera.
Durante este tiempo, Evangelina retomó su carrera en la televisión argentina como jurado en «Los 8 escalones de los 3 millones», mientras Bastian se unió a las divisiones inferiores de River.
La salida de Martín significó un final abrupto a un capítulo que esperaban que fuera más prolongado y exitoso.
Reacciones y críticas
La partida de Demichelis no pasó desapercibida para la hinchada ni para los analistas del fútbol.
En las redes sociales, las opiniones se dividieron, pero una gran parte de los seguidores criticó a la dirigencia del club. Muchos consideraron que la decisión fue apresurada y que no se le dio a Demichelis el tiempo necesario para desarrollar plenamente su proyecto.
Un comentario en particular resonó entre los fanáticos: «Nunca entendieron que Demichelis es un ser humano y detrás de él hay una familia. Le faltaron el respeto y en River eso no debe suceder».
Este sentimiento de empatía hacia el entrenador y su familia reflejaba el descontento generalizado con la forma en que se manejó su salida.
La partida de Martín Demichelis de River Plate marca el fin de una etapa que, aunque breve, estuvo cargada de emociones intensas y desafíos.
Para muchos, queda la esperanza de que este no sea un adiós definitivo, sino un «hasta luego», con la posibilidad de un futuro regreso al club que tanto ama.