¿Sabías que es el ave nacional de Argentina desde 1928? El hornero común (Furnarius rufus) es una ave única en su especie ya que puede construir su nido completamente de barro resistentes a las condiciones climáticas y al paso del tiempo. Aquí te vamos a contar la leyenda del hornero que todo argentino debe conocer
También te podría interesar: La leyenda de La Salamanca, la cueva del norte argentino donde se pacta con el diablo
La leyenda del hornero que todo argentino debe conocer
Los seres humanos fueron aprendices del hornero para la construcción del adobe, ya que fue el modelo a elegir que optaron para construir las viviendas.
El hornero siempre se encuentra parado para construir su casa una vez que hayan pasado las temporadas de lluvias. Las casas que construyen estas aves las realizan con barro, crines de caballos, paja, hasta que se formen bolitas.
Es construido junto a su pareja, en cuestión de pocos días. Aparte, en el interior, fabrican una cama de plumas para luego colocar sus huevos.
Una vez que la casa se ha endurecido y secado, es apta para todo tipo de clima y permanecen en buen estado durante muchos años. Aunque se ha conocido mediante estudios realizados por biólogos, que el hornero no utiliza el mismo lugar cada vez que quiere poner sus huevos, por esta razón, hay veces en las que se puede observar una construcción por encima de la otra.
El peso de cada nido puede alcanzar los 5 kilos y también son ocupados por otras aves, y también por comadrejas.
«Se trata de un ave peridoméstica. Se las pueden ver anidar en aleros o ventanas de casas, lo que puede llevar a creer que son dóciles. Lo cierto es que sólo viven cerca del hombre, pero si alguien las atrapa y las enjaula se mueren o se dañan golpeándose contra las rejas. No es domesticable»
A esta ave le gusta la monogamia y puede llegar a vivir con su pareja toda su vida.
El hornero se encuentra amenazado ante la naturaleza. Los tordos los vigilan a los horneros para usurparles la vivienda y el nido. Cuando ya ha visto que el hornero puso sos huevos, espera que salga de su nido e ingresa y coloca sus propios huevos en el nido.
Cuando nacen los tordos, el hornero sale a cazar sin descanso para poder cubrir la alta demanda de alimento de estas aves que son mucho más grandes y comen mucho más que los horneros.
Cuando la cría de tordo ya está preparada y lista para volar, los padres lo van a buscar llamándolo con un trino especial que los alerta y se va con ellos, abandonando a la pareja de horneros que los crio.
La leyenda
La leyenda del hornero es de origen guaraní y cuenta la historia de un único hijo de un indio anciano, quien cuyo hijo se llama Jahé. Un día, se tiró a descansar a las orillas del río luego de haber cazado un carpincho.
Sin previo aviso, escuchó un ruido en el agua y creyendo que se trataba de un animal, se encontró a una hermosa joven que salía del agua.
Jahé se enamoró perdidamente de ella y quiso pedir su mano, aunque sin embargo, la joven ya tenía otros pretendientes. El cacique decidió que los jóvenes iban a tener que afrontar una serie de pruebas y quien gane recibiría a la bella joven como esposa.
Una de todas las pruebas era envolver a los pretendientes en cueros de animales mojados, atarlos y dejarlos al sol. Ya que a medida que el cuero se seca, se contrae y apretaban a los jóvenes castigados por el hambre y la sed.
Los finalistas fueron Aguará y Jahé. Aguará se dio por vencido pidiendo que lo saquen, mientras que Jahé fue olvidado, pero gracias al amor que sentía por la joven, pudo aguardar la espera de ser declarado vencedor.
Cuando fueron a buscarlo, vieron que del cuero enrollado salía un ave pequeña que posteriormente posó sobre una rama y luego huyó a la selva.
La joven, lo esperaba convertida en la misma ave. Desde entonces, son compañeros inseparables y en todo momento trabajan juntos para construir su hogar de paja y barro. Existe la teoría que no debe destruirse esa casa porque luego se desata una tormenta.
