El programa de Tomás Dente en NET TV parece estar buscando desesperadamente visibilidad. Tomás Dente y Gisela Barreto realizaron una sesión de oración con el objetivo de liberar a Yanina Latorre de posibles influencias negativas
Su tira diaria se ha convertido en una lucha constante por llamar la atención. Y para lograrlo, no han dudado en caer en una pelea mediática con Yanina Latorre. Asegurando así su presencia en los medios y en programas como LAM.
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Insólito: Tomás Dente y Gisela Barreto realizaron una sesión de oración con el objetivo de liberar a Yanina Latorre de posibles influencias negativas
Todo empezó la semana pasada, cuando el conductor de «El Impertinente». Respondió a un supuesto llamado de Yanina a su programa, una llamada que, según Yanina, nunca existió.
Este pequeño incidente fue suficiente para que Dente lanzara una serie de comentarios críticos. Hacia Latorre en vivo, lo que, como era de esperar, provocó una respuesta inmediata por parte de la panelista.
Pero la historia no quedó ahí. En el programa del lunes, Dente y su compañera de panel, la ferviente creyente Gisela Barreto, decidieron llevar las cosas un paso más allá.
Armados con un rosario, recitaron un Padrenuestro y lanzaron un Gloria con la esperanza de «exorcizar» a Yanina Latorre. Miembro del equipo de Angel de Brito.
Esta extravagante maniobra parece ser solo el último intento de Dente. Y su equipo por mantenerse relevantes en un mundo mediático saturado de contenido.
Aunque su enfoque en crear controversia puede resultar efectivo a corto plazo. También plantea preguntas sobre la ética y la integridad periodística.
Mientras tanto, Yanina Latorre no ha respondido públicamente a esta «exorcización» en el programa de Dente. Prefiriendo, aparentemente, mantenerse al margen de esta polémica artificial.
Sin embargo, su silencio podría ser interpretado como una táctica para no alimentar más el fuego de una pelea que parece haber sido iniciada con motivos poco claros.
En última instancia, esta confrontación entre Dente y Latorre sirve como un recordatorio de los peligros de la búsqueda desesperada de atención en los medios de comunicación.
Aunque puede generar breves momentos de notoriedad, también puede dañar la credibilidad y la reputación de aquellos involucrados.
Tal vez, en lugar de buscar enfrentamientos sensacionalistas. Sería más sabio para los programas como «El Impertinente» enfocarse en ofrecer contenido de calidad y relevante para su audiencia.
