La idea de caminar 10.000 pasos al día se ha convertido en un objetivo popular entre quienes buscan mejorar su salud.
Sin embargo, este número ampliamente difundido carece de una base científica sólida y se originó como parte de una estrategia comercial hace más de medio siglo.
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Hoy en día, estudios recientes sugieren que una cantidad menor de pasos puede proporcionar la mayoría de los beneficios asociados con la actividad física, invitando a repensar este objetivo tradicional.
El Origen de los 10.000 Pasos Diarios
El concepto de los 10.000 pasos diarios se remonta a Japón en la década de 1960, cuando un podómetro llamado «manpo-kei,» que se traduce como «medidor de 10.000 pasos,» fue lanzado como parte de una campaña publicitaria en torno a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Este dispositivo proponía una meta que superara los 5000 a 6000 pasos que caminaba en promedio la población japonesa.
Según el doctor Elroy Aguiar, profesor asistente de ciencias del ejercicio en la Universidad de Alabama, la elección del número fue más aspiracional que científica. “Elegir 10.000 es una gran meta porque está un poco por encima de la media. Si realizás una caminata de 30 minutos, probablemente sumarás unos 3000 pasos adicionales, lo que te acercaría a ese objetivo”, explicó el especialista.
La Adopción Global del Objetivo
Con el tiempo, los 10.000 pasos se convirtieron en un estándar de referencia mundial debido a su simplicidad y facilidad para recordar.
Empresas de tecnología, especialmente fabricantes de rastreadores de actividad, adoptaron esta cifra como predeterminada en sus dispositivos, ayudando a perpetuar su popularidad.
Si bien muchos estudios respaldaron esta meta, también se ha reconocido que menos pasos pueden ofrecer beneficios significativos.
La ciencia moderna indica que caminar entre 7000 y 8000 pasos diarios es suficiente para mejorar considerablemente la salud.
Análisis Científico del Objetivo
Diversos estudios recientes han replanteado el umbral de pasos necesario para obtener beneficios de salud. Por ejemplo:
- Caminar entre 7000 y 8000 pasos diarios: Esta cifra reduce significativamente los riesgos de mortalidad, enfermedades cardiovasculares y cáncer. Además, es una meta realista para la mayoría de las personas.
- Caminar al menos 3867 pasos diarios: Un meta-análisis publicado en 2023 por el European Journal of Preventive Cardiology demostró que incluso este número mínimo puede disminuir la mortalidad por cualquier causa, beneficiando especialmente a quienes llevan estilos de vida sedentarios o tienen limitaciones físicas.
Si bien caminar más de 8000 pasos puede generar beneficios adicionales, los estudios indican que las ganancias se vuelven marginales a partir de ese punto.
Esto sugiere que, aunque caminar más no es perjudicial, los esfuerzos por superar esa cifra no siempre se traducen en mejoras proporcionales.
Recomendaciones Adaptadas a Cada Persona
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda alcanzar al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana.
Esto equivale aproximadamente a caminar entre 7000 y 8000 pasos diarios, reforzando la idea de que la actividad física debe adaptarse a las capacidades y necesidades individuales.
El mito de los 10.000 pasos diarios nació de una estrategia comercial y, aunque ha servido para fomentar el hábito de caminar, no es una meta universalmente necesaria.
La evidencia actual respalda objetivos más flexibles, destacando que incluso una actividad moderada puede marcar una gran diferencia en la salud.
Lo importante es moverse y adaptar los esfuerzos a las posibilidades de cada uno, priorizando la constancia sobre la cantidad exacta de pasos.